14 de abril de 2012

Ahora seré yo.

















Un día he soñado con cosas distintas, todas me gustaban. Todas y cada una de ellas era realmente una locura, he vivido creyendo que todo me pertenecía, pensando en el mundo como mi esclavo. Pero siempre aparece alguien que estropea mi demencia, y lo destruye todo. He vivido a base de sueños, que rompiste con tus palabras. Tapaste el silencio absoluto para convertirlo así en el estruendo más fuerte, has apartado la realidad, para convertirla en un mundo de miedos.

Cuando me miraste de esa forma, pude entender lo que nunca me dijiste.

















Hecho de menos cuando de entre un millón me escogías a mí, hecho de menos cuando te echaba un pulso a ver quien hablaba primero al otro y ganaba siempre, hecho de menos que me agarrarás la mano y yo no te quisiera soltar, hecho de menos aguantarte la mirada fijamente a ver quien se la quitaba antes al otro, hecho de menos sonreírte con timidez y pensar que notabas lo nerviosa que estaba, hecho de menos acostarme cada noche pensando en ti y levantarme haciendo tres cuartos de lo mismo, hecho de menos sentir eso en el estómago y sonreír. Sí, así es, me acabo de dar cuenta de que estoy igual que antes, que aunque pensé que lo había superado, que te había olvidado, me he dado cuenta, por desgracia, de que no es así, más que olvidarte te recuerdo cada momento, pero es diferente a entonces, antes la sensación era buena, intrigante, misteriosa, y llena de curiosidad pensando en que pasará mañana, mientras que la de ahora es triste, solitaria, desesperada y está pensado por qué no pasó eso ayer.














Sé que no soy perfecta. No soy la clase de niña que sigue las normas al pie de la letra. Cometo los errores que nunca hayas visto, tropiezo 3 veces si es necesario con la misma piedra porque lo necesito, o tal vez no, pero me levanto con fuerzas. Casi siempre consigo lo que me propongo, y si no lo hago, ya lo conseguiré. Si estás pensando lo que yo creo, no, no te demostraré tan fácilmente mis penas y jamás lograrás verme llorar, jamás. Porque como en esta cabecita se meta algo, difícil será que lo consigas sacar. Soy indecisa, atrevida, arriesgada y demasiado dura por fuera, pero por dentro ni te imaginas lo que guardo. Soy.. la soñadora de tu mente, la que piensa en estar contigo 8 días a la semana, y 25 horas al día. Soy la más idiota, a la que no le importa esperar por tus besos. Soy la persona que más te quiere y te querrá en este mundo. Sé que es difícil de creer, el típico tópico de amor, pero no. No es así, te lo digo porque lo siento, siempre que lo siento, te lo digo, siempre.

8 de abril de 2012



















Mírame a los ojos y dime lo que ves. Si ves que puedo ser la que te robe un beso cuando quiera. La que se despierte al lado de tu cama por las mañanas. Si ves que podría llegar a quererte como nadie lo ha hecho. Si ves que podrías llegar a quererme. Dime si ves todo eso solo en una mirada, o si solo ves que tienes ganas de sacarme la ropa por una noche y nada más.

7 de abril de 2012















Hoy me apetecen tus curvas y conducir caricias por los kilómetros de tu piel. Tirarme de cabeza en el marrón de tus ojos, nadar en él. Ahogarme, ahogarme hasta adentrarme en tu interior para saber lo que piensas. Hoy me apetece llamarte ‘cariño’ y pasar mis dedos por tu espalda. Mirar todas tus sonrisas, vestirme sin ropa. Hoy e apetece dormir contigo, y que me despiertes mañana. Soñarte en mis pesadillas. Que me rescates desde el otro lado de la cama. Hoy me apetece besarte y que te falte el aire a besos. Buscarte entre las sábanas, decirte que te he echado de menos. Hoy me gustaría esconderte en abrazos, de esos en los que la ropa, más que nada, sobra.

6 de abril de 2012















Te olvidas, de a poco dejas de recordar como olía mi piel, como se escuchaba mi voz, como se sentía mi roce, mis abrazos, las cosquillas que sentías cuando te hablaba despacio en mi oído y de mi risa cada vez que decías algo gracioso. Te vas deshaciendo después de un tiempo, limpias tu sistema y planeas como hacer para no dejarme entrar otra vez en tu vida porque en verdad tienes miedo de tenerme, tienes miedo de tener la oportunidad y perderme en el intento. Y sin querer realmente hacerlo espero que vengas, como siempre haces, que vuelvas y me sujetes fuerte para no dejarme escapar de tus brazos que simulan ser garras cuando se hacen presas del deseo. Y sin lastimarme, cuidándome, me haces caer una y otra vez en la misma trampa con las mimas palabras, la misma cursilería de siempre.